
El gigante egoísta
Tiene mala fama, por su título… pero la verdad es que lo de “egoísta” no le hace justicia.
El gigante del cuento clásico de Oscar Wilde crece por dentro y se tranforma en un ser generoso y afectuoso, mucho más que otros mortales comunes y corrientes que andan por ahí. Descubre que las risas, voces y juegos de los niños pueden devolver el calor y la luz a su jardín poblado de nieve, hielo, viento y desamparo.
¿Cómo será el corazón de un gigante? Imagino que debe ser inmenso, poderoso y sin duda de tamaño impresionante.
¿Les cuento algo? Yo lo conocí en persona.
Era grande, de voz profunda, aspecto intimidante y en efecto, con los años pude constatar que tenía un corazón de tremendas proporciones. Un corazón que no se andaba con pequeñeces, que siempre dio la pelea, que se arriesgó a más, que vivió varias vidas y que en definitiva lo hizo dejar este mundo, porque bombeó con tal fuerza que se desbordó.
Su corazón de gigante ya no cabía en nuestro planeta.
Escucha: El gigante egoísta de Oscar Wilde
A mi amigo Jorge Stipicic.
hola guapo:
hola me gusto tu pagina web y es mas su admiradora de tu estilo.
te mando un beso y cuidate.
se despideBelén.
Hola Belén, gracias x tu comentario… Un besote.
Stgo!